AFECTARÍA LAS VENTAS DE TUBOS DE ACERO SIN COSTURA

Aunque destinada a restringir las importaciones de China, la aplicación de aranceles y cupos sería de carácter general para evitar denuncias ante la OMC. 

La decisión del presidente Trump es crucial para la industria del acero.
Desde hace algunas semanas la industria siderúrgica argentina se declaró en estado de alerta ante la posibilidad de que el gobierno de los Estados Unidos decida aplicar aranceles de importación al acero, pero también al aluminio. Presionado por el fuerte lobby de las grandes siderúrgicas, el presidente Donald Trump tiene en estudio varias alternativas que le presentó el Departamento de Comercio.

En el caso de Argentina, lo que está en juego es un mercado de más de 200.000 toneladas de exportación anual. Casi el total de ese volumen corresponde a tubos de acero sin costura para la industria petrolera.

Según datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, en 2017 la importación de tubos de acero totalizó 210.678 toneladas, por un valor de casi u$s 222 millones.

Las medidas bajo análisis se dan en el marco de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, según la cual la Casa Blanca plantea que ciertos productos son de interés para la seguridad nacional, por lo que se atribuye el derecho a aplicar medidas de protección comercial.

Fuentes consultadas por este diario dijeron que en verdad la medida apunta a cerrarle el camino a los productos de origen chinos, pero toma una medida general bajo la perspectiva de la Sección 232, para evitar reclamos o paneles de investigación en la Organización Mundial de Comercio (OMC). En el caso de la siderurgia China es el destinatario del 36% de las medidas antidumping presentadas ante la OMC.

La pulseada 

Esta semana el presidente Trump se reunió con legisladores republicanos y demócratas que le plantearon la necesidad de avanzar rápido en la defensa de los industriales estadounidenses. Pero también hay voces que piden precaución en este tema para evitar precios más elevados en el mercado doméstico que perjudiquen a los industriales locales. La Administración Trump tiene hasta 11 de abril para decidir qué hacer con los araceles y los cupos al acero y hasta el 20 de ese mes en el caso del aluminio. La amplitud y profundidad que tengan esas medidas, determinarán el impacto final en los países que hoy exportan a Estados Unidos. Pero la mera posibilidad de que se impongan restricciones ya genera incertidumbre de cara al futuro.

“Desde Tenaris Siderca estamos siguiendo atentamente la decisión que tome el gobierno de Estados Unidos sobre la Sección 232, por el fuerte impacto que puede tener en la producción de tubos de acero en nuestra planta en Campana. Exportamos más del 70% de nuestra producción a todo el mundo y el mercado norteamericano es el más importante de todos”, aseguró Javier Martínez Álvarez, Presidente de Tenaris Cono Sur, consultado por El Cronista.

El ejecutivo agregó que “el eventual cierre del principal mercado de tubería petrolera del mundo podría tener un doble efecto sobre nuestro negocio”. Explicó que no sólo “podría impactar en nuestras exportaciones a Estados Unidos, sino que también generaría una mayor competencia en el resto de los destinos a los cuales exportamos, por el desvío de comercio de toneladas de tubos provenientes de países como China hacia mercados alternativos, incluido el argentino”.
Pero China no es la única amenaza. Carlos Vaccaro, director Ejecutivo de la Cámara Argentina del Acero, considera que “China, Rusia, Ucrania y Turquía son países con gran sobrecapacidad de producción, lo que puede generar un desvío de exportaciones hacia Latinoamérica y en especial a Brasil”.

Sobre un total de consumo aparente de acero que ronda las 1650 millones de toneladas en todo el mundo, hay una sobrecapacidad de producción de 700 millones, de los cuales 400 millones provienen de China. Así, la aplicación de medidas restrictivas en Estados Unidos, además de cerrar ese mercado, tendría un efecto a nivel de precios internacionales en un mercado, de por sí, sobreofertado.

Una aspiradora de acero

Cada año, los Estados Unidos consume alrededor de 92 millones de toneladas de acero, contabilizando aceros largos, planos y tubos sin costura para la extracción de hidrocarburos. El país produce unas 82 millones de toneladas e importa 30 millones más, de casi un centenar de países. Pero un punto a destacar es que con datos a noviembre de 2017 las importaciones totales de los Estados Unidos registraron un incremento del 18% respecto del año anterior. En este contexto, la industria petrolera tuvo el año pasado un fuerte impulso, incentivado por mejores precios internacionales, sin embargo, el Departamento de Comercio de Estados Unidos indicó que la capacidad instalada de producción de acero en ese país cayó de 77,5% en 2014 a 71% dos años después.
Pero la gran amenaza para la industria estadounidense es China. Hoy en Estados Unidos existen 152 resoluciones de dumping y subsidios en acero vigentes, y se cuentan otras 25 en proceso de investigación

El Cronista Comercial – Nota – Economía & Política – Pag. 5 – 16/02/2018

CARLOS BOYADJIAN