En 2017, Estados Unidos compró 35,6 millones de toneladas de acero para la construcción, según destacó la agencia Reuters. Y colocó al país del norte como el primer importador mundial de esta materia prima. Estados Unidos importa cuatro veces más acero del que exporta y se lo compra a más de 100 países. Canadá, Brasil, Corea del Sur, México, Rusia, Turquía, Japón, Alemania, Taiwan, China e India abastecen a esta nación con el 79,8% del acero que importa. Argentina ocupa el lugar 26, con 0,6 de las importaciones norteamericanas. Pero el 1 de marzo pasado, el presidente Donald Trump anunció que el acero y sus derivados se gravarían con un 25%, mientras que para el aluminio se aplicaría un 10%. Un informe del Departamento Federal de Energía de EE.UU. afirmó que en 2000 produjo 112 millones de toneladas de acero con 135 mil empleados en el sector. Pero en 2016, luego de superar la crisis financiera de 2008, EE.UU produjo 86,5 millones de toneladas y empleó a 83.600 personas. Trump prometió en la campaña electoral recuperar la industria siderúrgica `Volver atrás es imposible`, dijo el brasileño Oswald de Andrade. ¿Podrá hacerlo Trump sin generar una guerra comercial en el mundo? Parece difícil. Por ahora este acuerdo anunciado ayer por el ministro Francisco Cabrera le dio al Gobierno una buena noticia. En medio de la escalada inflacionaria, la suba del dólar y la pelea por las tarifas de los servicios públicos, el Presidente tuvo un respiro.

fcoradazzi@eldia.com  – El Dia – 02/05/18