Danilo Canci, uno de los vecinos que tuvo el privilegio de acompañara Agustín Rocca en la gesta industrial, recuerda lo que significó la puesta en marcha de Dálmine SAFTA el 16 de septiembre de 1954.

Para la mayoría es ser un día como cualquier otro. Pero unos pocos privilegiados hacen memoria y se emocionan al recordar lo que vivieron el 16 de septiembre de 1954. Una fecha que les quedaría marcada en la mente, contemporáneos -y protagonistas- de un hito que cambió la historia de la ciudad.

Hace 66 años se inauguraba Dálmine SAFTA, en un acto al que se esperaba al mismísimo presidente Juan Domingo Perón, aunque finalmente no asistió. Así lo recuerda Danilo Canci, integrante del primer equipo de Mantenimiento de la planta siderúrgica y presente la noche del 24 de agosto de 1954 cuando en las instalaciones de Campana se laminó el primer tubo sin costura. `La gente pegaba la nariz al vidrio para verlo salir`, recordó en una entrevista con La Auténtica Defensa en 2019.

La gesta industrial había comenzado antes, en 1952, con la instalación de las primeras columnas construidas en Cometarsa (donde hoy está el sector que produce los productos Premium de la empresa). Campana, en un estado similar a la animación suspendida tras la caída del modelo agroexportador y el cierre de sus poderosos frigoríficos, encendía una luz de esperanza. Canci

estima que hubo 500 personas `muy bien uniformadas` participando de la inauguración y cuenta que el tren que debía traer al presidenteestaba embanderado con los colores de Argentina y de Italia. `Era la primer fábrica de tubos sin costura en Sudamérica y en nuestra querida ciudad de Campana`, destaca Canci en anotaciones acercadas a este medio.

Y rescata la figura de los líderes de aquel sueño que se hacía acero, los hermanos Agustín y Enrique Rocca, `dos señores excepcionales`.

`Dálmine comenzó a nacer en 1952 cuando en Cometarsa se fabricaron las columnas que sustentarían las primeras naves. Dos años después, el peregrino y el alargador de tubos estaban listos para funcionar. Fue todo tan rápido que solo lo pudo haber hecho gente comprometida con su tarea. ¿Y sabés por qué lo estaban? Porque don Agustín Rocca cada vez que venía nos hablaba con amor, nos decía que lo mejor de Dálmine éramos nosotros sus trabajadores`, escribe el excolaborador de Tenaris.

El resto es una sucesión logros mejor conocida. En 1962 se pone en marcha la acería Siderca, dejándose de depender de la compra de barras de acero para la laminación. Ambas sociedades se fusionarían dos años más tarde. En 1976, arranca la Reducción Directa de mineral de hierro para convertir a Dálmine Siderca en una planta totalmente integrada, a la que ingresa mineral de hierro y chatarra seleccionada en un extremo del proceso y salen tubos de acero terminados del otro. Y en 1988, con la visita de Raúl Alfonsín, se puso en marcha el Laminador Continuo 2, que proyectó a la planta fronteras afuera y sigue siendo hoy uno de los más avanzados del mundo.

Peor la historia pudo haber sido otra. De acuerdo a Canci, los Rocca primero averiguaron la posibilidad de instalar su proyecto industrial en Escobar y, ante la negativa del dueño de esas tierras, pensaron en Zárate. Finalmente, los terminó convencido nuestra ciudad por su ventajosa ubicación en la ribera del Paraná, el acceso a importantes rutas y su ubicación estratégica sobre las vías del ferrocarril. Paradójicamente, Tenaris se construyó donde a principios del siglo XX se levantaba el complejo frigorífico que le dio el apodo de `La Manchester Argentina` a Campana.

Desde ese lejano 16 de septiembre de 1954, Tenaris y Campana recorrieron un camino en común, con miles de vecinos pudiendo progresar a partir del trabajo en la siderúrgica, y la empresa contribuyendo a crear escuelas, plazas, clubes, hospitales… barrios enteros. Un apoyo que continúa inalterable al día de hoy con la donación de respiradores y el montaje de un modulo médico de emergencia para combatir la pandemia de COVID-19, entre otras acciones desplegadas durante los últimos meses.

Tenaris y Campana crecieron juntas al ritmo de cada tubo laminado. Y si bien la empresa puede no conservar el grado de centralidad que supo tener en los sesenta, setenta y ochenta, sigue jugando un papel fundamental de la ciudad. De hecho, a pesar de la llegada y consolidación de otros importantes proyectos industriales, cuando un vecino dice que trabaja `en fábrica` se hace entender. Es un continuador del sueño que gente como Agustín Rocca y Danilo Canci forjaron 66 años atrás.

A 66 AÑOS DE LA INAUGURACIÓN DE TENARIS, UN HITO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA DE LA CIUDAD.

La Autentica Defensa (Campana) -16/09/2020