Según la asociación, las importaciones chinas de acero crecieron 16,5%, lo que condujo a una `desindustrialización`
Desde hace varios meses, la industria siderúrgica en América Latina viene advirtiendo por el avance de las importaciones chinas de acero y productos derivados hacia la región, que promueve la `competencia desleal`. Según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), durante el año pasado las importaciones de comercio indirecto de acero hacia la región alcanzaron los US$ 47.468 millones, que implica un crecimiento de 16,5% respecto al año anterior.

`China es un problema debido a todos los subsidios que recibe su industria. Esto generó una pérdida del empleo y desarrollo industrial en otras partes del mundo donde la industria local no puede competir`, dijo ayer en conferencia de prensa el presidente de Alacero, Máximo Vedoya. `El mundo ha buscado defenderse de la sobrecapacidad mundial provocada por China y países han impuesto medidas para mitigar los efectos de este comercio injusto. Pero América Latina está retrasada en este proceso`, explicó el ejecutivo.

De acuerdo con Alacero, Brasil y México son los principales consumidores de acero indirecto desde China, que representan 56% del total consumido por la región. México, a pesar de la baja importación de acero laminado de China, fue el principal mercado de comercio indirecto con US$ 16.210 millones en 2018, que significó un crecimiento de 25% frente a 2017. Por su parte, Brasil tuvo un alza de 37,6% en gasto, que llegó a los US$ 10.590 millones.

Sin embargo, contrario a la tendencia mundial y regional, durante el año pasado Argentina importó menos. Según el registro de la entidad, en 2018 las exportaciones chinas de comercio indirecto de acero hacia Argentina sumaron un poco más de US$ 3.000 millones, que significó una caída de 16,6% frente a los casi US$ 3.700 millones de 2017. En tanto, la importación de productos de acero al país se mantuvo casi igual, con una una leve disminución que pasó de 61.851 toneladas en 2017 a 61.475 el año pasado. `Como algunas partes del mundo reaccionaron contra el comercio desleal de China, el Gigante asiático fue para otras regiones y Latinoamérica se quedó como la preferida. Eso lleva a nuestra desindustrialización`, afirmó Vedoya, en base a que mientras en 2016 la región tenía 7% de las exportaciones de China hacia el mundo, ahora creció a 11% y se consolidó como el segundo lugar de mayor destino de exportaciones chinas de laminados.

Según los datos de la entidad, los principales destinos de acero laminado y productos derivados desde China hacia la región fueron Chile, que recibió 1,5 Mt y que implicó 21% del total regional; Centroamérica, que adquirió 1,2 Mt y que representó 17%; y Perú, que importó 1,1 Mt, que significó 15% del total. Por su parte, Brasil se ubicó en el cuarto destino de estos aceros en la región, con 1,0 Mt, que marcó un crecimiento de 20% en importaciones, seguido de Colombia, con 784.000 toneladas; Ecuador, con 535.000 toneladas; y México, con 502.000 toneladas.

El Economista – 15/05/19