Se construyen más de 10.000 unidades de este tipo en el AMBA. Las partes de la vivienda se transportan y ensamblan en el lugar. El montaje no depende de las condiciones climáticas La construcción industrializada optimiza costos, reduce residuos y acorta los tiempos de ejecución (Imagen Ilustrativa Infobae) El sistema de construcción industrializado está revolucionando la manera en que se levantan viviendas y edificios. Los módulos que conforman estructuras como paredes y techos son producidos en fábricas, bajo estrictas normas internacionales, optimizando recursos y reduciendo desperdicios, comparado con los sistemas tradicionales que utilizan arena, cal y cemento en el sitio de construcción. Actualmente se estiman más de 10.000 unidades en ejecución solo entre la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires (GBA), impulsadas principalmente por familias que se mudan a barrios privados o semiabiertos del suburbano. También se observa un crecimiento en edificios que se están construyendo en barrios porteños como Boedo, Villa Crespo, Palermo, Chacarita y Monte Castro, entre otros. Utilizar este material en este tipo de construcciones presenta claros beneficios, según destacan en la industria. Carlos Vaccaro, director ejecutivo de la Cámara Argentina del Acero, señaló que su versatilidad, resistencia y reciclabilidad al 100% lo hacen ideal para proyectos sostenibles. “Además, el uso de acero de alta densidad demostró reducir las emisiones de carbono entre un 20% y un 30%, gracias a que permite construir con estructuras más livianas y eficaces”, dijo. La imagen tradicional de una obra en construcción está cambiando. Hoy, quienes ya cuentan con un terreno o espacio aéreo en una construcción existente, prefieren evitar el proceso tradicional de levantar paredes ladrillo por ladrillo con arena, cal y cemento. En su lugar, las paredes llegan directamente desde planta, producidas en un entorno controlado, listas para ser ensambladas en el lugar. Las ventajas de los sistemas industrializados se reflejan en varios aspectos, entre ellos en la optimización de los plazos de obras Vaccaro destacó la estandarización de los productos, la precisión entre diseño y ejecución, la eficiencia energética y la menor dependencia climática durante el montaje. “La producción de módulos no solo minimiza el riesgo laboral sino también reduce considerablemente los tiempos de construcción, llegando hasta un 60% menos que en las obras tradicionales”, añadió. La edificación ligera, basada en perfiles de acero galvanizado, es la más usual y se conoce como steel framing. Esta metodología permite levantar estructuras de hasta tres plantas y es ideal para diferentes tipos de edificaciones, desde viviendas hasta aulas y naves industriales. Otra técnica común es el uso de hormigón pre-armado, donde gran parte de la producción se realiza en planta. También existen opciones con estructura metálica independiente y sistemas de losas tipo Steel Deck. La construcción industrializada ofrece ventajas en mantenimiento y eficiencia energética. La incorporación de aislantes térmicos y acústicos en los paneles mejora la eficiencia de los edificios, logrando un ahorro significativo de hasta el 20% en las facturas. Vaccaro subrayó que la importancia de contar con personal idóneo para la ejecución de estos proyectos. “La logística y el transporte de los grandes componentes modulares requieren una planificación detallada y un riguroso control de calidad para asegurar que todos los elementos encajen correctamente, y cumplir así con los objetivos del diseño”, comentó. Además, al producirse los módulos en un entorno vigilado como el de una fábrica el riesgo laboral se reduce (Imagen Ilustrativa Infobae) La construcción modular no se limita a viviendas particulares, sino que es adecuada para una variedad de edificaciones. Una vivienda de 100 metros cuadrados puede levantarse con 6 personas en un lapso de 100 a 120 días. Otra ventaja importante es la optimización del proyecto. Para concretar el sueño de la casa propia, por ejemplo, las plantas elaboran módulos completos según la elección del cliente. En la mayoría de los casos, no se requiere el uso de mezclas ni morteros. De allí también que su montaje no dependa de las condiciones climáticas, como en los sistemas tradicionales. Vivienda hecha en acero y con diseño de campo europeo moderno Los costos, en líneas generales, acompañaron a la inflación en los últimos años. Con una diferencia importante en el primer trimestre de este año, donde se asumió una inflación mucho más alta de lo que finalmente fue, y por lo tanto tuvieron que ajustar los precios a la baja recientemente por el descenso del índice inflacionario. “En cuanto a los valores actuales por m2 de las unidades construidas en acero, la realidad es que varía según modelos y terminaciones, con una franja que va, aproximadamente, entre USD 900 y USD 1.300″, señaló Fernando Perroni, arquitecto especializado en construcciones en seco. Y una casa culminada con este material con 100 m2 y cuatro ambientes en barrios privados vale desde USD 135.000 en adelante. También se edifican edificios en donde la estructura de acero es crucial para la obra En Buenos Aires hay departamentos en obras que se construyen actualmente con valores que oscilan en los USD 100.000 para dos ambientes y USD 135.000 para tres ambientes a estrenar. El sistema no solo se aplica a viviendas hogareñas, sino que también es ideal para la construcción de complejos habitacionales como residencias universitarias. Actualmente, en Añelo, cerca de Vaca Muerta, se están construyendo más de 1.000 viviendas para satisfacer la demanda de alquileres de quienes se mudan a la zona para trabajar en la cuenca hidrocarburífera ubicada en la provincia de Neuquén. La mayor ligereza de la mampostería, que posibilita soportar la carga con menos estructura, también es una ventaja a considerar. “Vinculado a esto, un requerimiento menor de columnas y muros amplía los espacios interiores y sus posibilidades funcionales y de decoración”, concluyó Vaccaro.

Infobae – 03/10/2024