Opinión

Martín Berardi

Presidente ejecutivo de Ternium Argentina. Presidente del Comité Organizador de ALACERO 60 SECTORES Ruta. La industria del acero de la región se transformó con inversión.

La industria del acero latinoamericana no es ajena a los coletazos provocados por la ya conocida Guerra Comercial entre Estados Unidos y China. No son novedad para todo el sector siderúrgico de la región las consecuencias que provoca el cierre de algunos mercados y el consecuente desvío de comercio hacia la región de productos de acero y metalmecánicos, además del impacto en los niveles de empleo industrial asociados a la producción de toda la cadena de valor metalmecánica de América Latina.

China no es una economía de mercado, y su veloz ascenso como potencia industrial hace diez años ha generado importantes desbalances en los flujos del comercio internacional. La Sección 232 del gobierno de Donald Trump, que impuso aranceles a la importación de productos de acero y aluminio a principios del 2018, da cuenta fehaciente de que los códigos comerciales que conocíamos están en mutación.

Latinoamérica enfrenta hacia adelante importantes cambios políticos en varios de sus países, los cuales significan nuevos desafíos pero también oportunidades. Uno de estos desafíos es justamente el desbalance comercial siderúrgico (materias primas, acero y bienes producidos con acero) entre Latinoamérica y China, el cual alcanzó los US$31.000 millones en 2018. Hay en ese intercambio un alarmante desbalance de bienes industriales producidos con acero, el cual alcanzó los US$45.000 millones el año pasado, compensado por exportaciones de materias primas por US$20.000 millones.

El 50% del acero del globo es producido por China, país que cuenta con una economía centralmente planificada. Su producción industrial se sustenta en un esquema de subsidios estatales, y esto implica un desafío enorme para las industrias privadas que no pueden competir con sus productos si no existe un campo de juego nivelado. A la luz de esta realidad, resulta fácil entender parcialmente por qué la producción de acero bruto en América Latina cayó un 15% interanual en julio de este año.

Nuestra cadena de valor metalmecánica está peligrosamente expuesta a la concentración de producción de manufacturas en China. En la actualidad, se encuentran en vigencia y en proceso de investigación un total de 183 casos de dumping en el mundo por competencia desleal de productos siderúrgicos provenientes del gigante asiático. Sólo el 12% de esas investigaciones se llevó a cabo en países de América Latina. En cambio, Estados Unidos, México, Canadá y la Unión Europea vienen penalizando lás prácticas desleales chinas aplicando márgenes de dumping que oscilan entre un 70% y un 350%, lo que genera un importante desvío de comercio a los países de la región, no sólo de productos siderúrgicos sino también de productos metalmecánicos.

En la región, las empresas productoras de acero emplean a casi un millón de personas de manera directa e indirecta. La coyuntura internacional demanda la creación de más y mejores herramientas para hacer frente a un escenario aparentemente incierto, y es en este contexto en el cual se llevará a cabo el 60º Congreso de la Asociación Latinoamericana de Acero (ALACERO), organización que nuclea a las principales usinas siderúrgicas de la región. Los días 11, 12 y 13 de noviembre, los referentes de las más grandes productoras de acero de América Latina nos reuniremos para debatir sobre los desafíos y también sobre el enorme abanico de transformaciones que está realizando el sector para seguir agregando valor a su producción.

En países como México, la industria (incluyendo construcción) como porcentaje del PBI alcanza el 26%, mientras que en Argentina y Brasil es de tan sólo el 20% y el 15%, respectivamente. El riesgo de la primarización de las economías de América Latina es alto porque dificulta la generación de empleos de calidad para su desarrollo inclusivo. En este sentido, será beneficioso para los países de la región incorporarse a las cadenas de valor globales y desarrollar economías mixtas inteligentemente integradas a las democracias libres y a las economías de mercado que compartan los valores del libre comercio, que crean en el rol de la empresa privada y que trabajen activamente para el cuidado del medio ambiente. El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea sin dudas significa un paso importante en este camino y es algo que tiene que consolidarse durante los próximas años, siempre y cuando en la Argentina se avance con las reformas estructurales pendientes.

La industria del acero regional es altamente competitiva y se encuentra atravesando una profunda transformación en medio de esta guerra comercial. Por ello, durante el Congreso ALACERO #60 compartiremos y debatiremos sobre los importantes pasos que estamos dando en materia de innovacion y desarrollo sostenible. Hoy, se usan drones para chequear el estado de nuestras plantas, Big Data para predecir anticipadamente posibles fallas en el equipamiento y video analytics e inteligencia artificial para prevenir riesgos. Además, logramos una integración digital con clientes y proveedores y aplicamos realidad virtual para capacitar el personal. Respecto de nuestra agenda sustentabilidad, compartiremos durante el Congreso experiencias y casos de éxito del sector, dando visibilidad a las infinitas cualidades que tiene el acero como material 100% reciclable y como producto estratégico para resolver cuestiones comunitarias, constructivas, habitacionales, medioambientales y educativas.

En Argentina, la industria del acero es una industria que produce con los más altos estándares de calidad, cumpliendo con los requerimientos y exigencias del sector automotor, energético, de construcción y de línea blanca. En el 2019 habrá invertido en el país un total de US$190 millones y se prevé que el total de productos exportados de acero laminados alcance para fin de año un total de 960.000 toneladas, el equivalente al 20% de la producción anual. Es una industria que emplea de manera directa a casi 20.000 personas y de manera indirecta a más de 100.000. Durante los último diez años, el sector en Argentina acumuló inversiones por un total de US$3.200 millones.

El acero es un insumo estratégico, y su produccion regional tiene que seguir creciendo si queremos que crezca un gran numero de industrias fundamentales para el crecimiento de los países latinoamericanos. Eficiencia. La ganancia de productividad de la industria regional está amenazada por la producción china.

ClarínPág. 927/10/2019