`El mejor camino es orientar las materias primas a la producción de valor agregado dentro de la industria local`, dijo Alacero
Alacero presentó ayer un

estudio en el que advierte que `la caída de los precios de los commodities, la devaluación de las monedas, el proteccionismo estadounidense y la presión de los precios no competitivos de China sobre la producción local contribuyeron a que la incertidumbre en la región se ampliara`. Durante 2019, dijo la entidad, las exportaciones chinas de comercio indirecto de acero hacia América Latina tuvieron un crecimiento de 3,5%, `llegando a US$ 49.154 millones`.

En este contexto, y como modo de mantener el nivel de industrialización de la siderurgia latinoamericana, Alacero recomienda que los gobiernos locales tengan un mayor control comercial sobre las importaciones, con el fin de combatir el comercio desleal. `Después de la pandemia, la tendencia es que la demanda mundial favorezca a los países con sobrecapacidad suficiente para reanudar la producción de bajo costo. Recomendamos, por lo tanto, la inversión continua en infraestructura y consumo de producción local como herramientas para una mayor representación del acero latinoamericano en el consumo regional`, dijo Francisco Leal, Director General de Alacero.

Brasil y México son los principales consumidores de acero indirecto de China, con el 57% del total importado en valores por la región. En toneladas, su representatividad es cercana al 45%. Las exportaciones chinas hacia América Latina de productos comprendidos dentro del comercio indirecto de acero alcanzaron 7,0 millones de toneladas (Mt) en 2019. Entre los productos que llegaron a la región, autos y vehículos comerciales aportaron 1,22 Mt, alcanzando la participación más significativa en dólares (US$ 9.454 millones, es decir, 19% del total). Mientras, el intercambio de laminados y derivados entre China y América Latina bajó en 2019, pero dentro de un escenario de pérdida regional de producción de valor agregado. Los principales destinos del acero laminado y productos derivados desde China hacia América Latina fueron Chile, que recibió 1,2 Mt (20% del total regional), Perú (1,1 Mt, 17%), Centroamérica (1,0 Mt, 16%) y Brasil (0,8 Mt, 13%). En general, la región tuvo una caída del 14% en sus importaciones.

`Las importaciones representaron el 35% del consumo de la región en 2019, de las cuales un 25% se debieron a China. Se trata de una caída del 11% en la representatividad de importaciones chinas en el consumo aparente de laminados latinoamericanos. Pese a la reducción de los precios de comercio, en vista de los incentivos fiscales para la industria, China mantuvo una mayor flexibilidad en las negociaciones comerciales a precios injustos`, dijo la entidad y recordó que en 2019 hubo 74 casos antidumping en acero vigentes en América Latina, un crecimiento del 14% en comparación con el informe anterior (65), de los cuales 50 fueron contra China.

En un período de incertidumbre comercial a nivel mundial, Alacero recomienda valorar el comercio entre países latinoamericanos para minimizar los riesgos. El mejor camino es orientar las materias primas hacia la producción de valor agregado dentro de la industria local, lo que requiere un incremento en la capacidad productiva regional.

El Economista – 25/09/2020