El Gobierno consiguió que Trump dejara sin efecto las tasas a los productos siderúrgicos argentinos; sobre la base de un promedio de los últimos tres años, la exportación deberá limitarse a 180.000 toneladas, menos que en 2017
Después de 27 reuniones bilaterales, la Argentina alcanzó ayer un entendimiento con la administración de Donald Trump por los aranceles del 25% y el 10% que impuso a las importaciones de acero y aluminio argentinos el 9 de marzo pasado. Según el acuerdo, las exportaciones argentinas no pagarán impuestos a cambio de limitarlas a un cupo de 180.000 toneladas para cada caso.
Este número surge del promedio de las exportaciones a ese país en los últimos tres años más un 35% adicional para el acero. La empresa Aluar, protagonista del sector de aluminio, dijo que fue una “muy buena negociación” por el tiempo en que se logró -a la par de las de Corea del Sur, Australia y Brasil-, mientras que Techint y la Cámara Argentina del Acero agradecieron la gestión y el acompañamiento del gobierno de Mauricio Macri.
Según explicó el ministro de Producción, Francisco Cabrera, el cálculo de la cuota no fue fácil: el promedio de tres años impactaba negativamente en el acero porque 2015 y 2016 no habían sido buenos años (se exportaron respectivamente 107.000 y 80.000 toneladas), mientras que si el promedio era de cinco años esto perjudicaba al aluminio y no se podían tomar diferentes períodos para cada sector.
“Planteamos que el promedio de tres años penalizaba artificialmente a la Argentina y hablamos con el secretario de comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross. Vamos a poder exportar el promedio de las exportaciones de aluminio de los últimos tres años sin bajas, lo que significa un mejor acuerdo que el de Corea del Sur, que sufrió una reducción del 30% sobre el promedio, y en acero no aceptamos la base de tres años, sino un 35% más que el promedio”, explicó durante un encuentro con periodistas en el Palacio de Hacienda.
De esta forma, la cuota que va a regir de ahora en más es de 180.000 toneladas para cada caso, lo que da un valor aproximado en exportaciones de US$700millones (US$300 millones por el acero y US$400 millones por el aluminio). Estas gestiones, según el Gobierno, fueron un “éxito”, ya que si bien las exportaciones de acero y aluminio en 2017 habían superado las 180.000 toneladas (se exportaron 200.000 toneladas de acero y 260.000 toneladas de aluminio), la decisión de Estados Unidos ya estaba tomada y en ese contexto había que negociar.
“Terminamos una negociación sobre un tema que ha impactado en el mundo, porque es una decisión política además de económica. Fue una negociación bilateral, fuera de cómo se maneja el comercio internacional, en la que, sobre la base de estar bien organizados, habernos abierto al mundo, tener una buena comunicación y una forma profesional de tratar el tema logramos un éxito”, afirmó Cabrera, y dijo que el acuerdo está cerrado salvo algunas cuestiones administrativas.
Consultado sobre qué habría entregado el país a cambio, el ministro dijo “nada”, mientras que el acuerdo de los Estados Unidos con la Unión Europea (UE) estaría demorado por concesiones esperadas y con México y con Canadá por las negociaciones por el Nafta. “Nosotros tuvimos el acierto de ser muy activos en la negociación. Tuvimos 27 reuniones por este tema, un poco fuera de escala. Pasamos de promedios con descuentos a esta negociación sobre la base de la relación de trabajo que construimos y en el contexto de que pedí que la Argentina no fuera penalizada mientras realiza los cambios que tiene que hacer para terminar con la pobreza. Y también por la relación de Macri con Donald Trump”, agregó el ministro.
En diálogo con la nación, el presidente de Aluar-Fate, Javier Madanes Quintanilla, calificó la negociación de “muy buena”, más que nada por los tiempos que insumió en un período muy acotado. “Estados Unidos es el principal mercado y, más allá de los montos, es bueno que no haya sobresaltos. Valoramos las gestiones y después habrá que ver los términos relativos con los demás países, pero hasta acá se ve algo serio y dedicado”, afirmó Madanes Quintanilla, en referencia a lo que podría pasar con la UE, México y Canadá.
“Es un ajedrez complejo, un rompecabezas en el que hasta que no estén todas las piezas no se pueden saber las triangulaciones. Hasta el momento, con la información que se cuenta y el grado de avance en las negociaciones, es positivo haber estado un paso adelante”, añadió.
Por su parte, Paolo Rocca, CEO y presidente de Tenaris y del grupo Techint, coincidió en “la oportuna gestión del gobierno nacional” y dijo que el acuerdo estuvo marcado por una serie de factores, como la visita del presidente Macri a la planta de Tenaris en Bay City, Texas, y la sólida relación bilateral entre la Argentina y Estados Unidos. Según Rocca, la planta de Bay City le permite a Tenaris seguir exportando desde la Argentina y complementar así la gama productiva del mercado norteamericano.
En tanto, consultado por el cupo de acero que privilegia los tubos sin costura, el director institucional corporativo del Grupo Techint, Luis Betnaza, dijo que “van a estar manteniendo el volumen histórico” y que el acuerdo “es el mejor que ha sacado cualquier país hasta el momento”. “Es un alivio enorme y representa el mantenimiento de mil puestos de trabajo”, subrayó el hombre de la Unión Industrial Argentina.
Por último, la Cámara Argentina del Acero felicitó y agradeció al Gobierno por los esfuerzos realizados para lograr una excelente negociación con los Estados Unidos. “Esto no solo representa una gran noticia para el sector del acero nacional, sino también para todo el país, porque permitirá mantener el nivel de actividad de un sector competitivo a nivel internacional, que genera empleo industrial calificado y tracciona importantes volúmenes de exportaciones de productos de alto valor agregado”.
PALABRA DE EMPRESARIOS
«La sólida relación entre la Argentina y Estados Unidos y la profesional intervención del equipo del ministro Cabrera terminaron de determinar el éxito rotundo de estas negociaciones»
«La visita del presidente Macri en abril del año pasado a la planta de Tenaris en Bay City, Texas, representó un hito significativo, por tratarse de la planta de tubos de acero más moderna del mundo»
Paolo Rocca
PRESIDENTE DE TECHINT
«EE.UU. es el principal mercado y, más allá de los montos, es bueno que no haya sobresaltos. Valoramos las gestiones, y habrá que ver los términos relativos con los demás países»
«Es un ajedrez complejo en el que hasta que no estén todas las piezas no se pueden saber las triangulaciones. Hasta ahora, con la información con que se cuenta, es positivo haber estado un paso adelante»
Javier Madanes Quintanilla
PRESIDENTE DE ALUAR-FATE
María Julieta Rumi – La Nacion – 02/05/18